Baile de ilusiones

A esta edad no te puedes ilusionar por nada o nadie, al final todo termina en chasco, tarde o temprano (o por lo menos en mi caso). Yo estoy todo el día ilusión por aquí, ilusión por allá, siempre soñando. Me gusta hacer planes futuros en mi cabeza e imaginarlos como a mi me gustaría que pasaran. Quizás ese es el problema, si no creo que va a ser como era en mi cabeza no me decepcionará. Puede también que todavía sea demasiado inocente, a lo mejor no quiero dejar de serlo, creo que es lo único que me queda de cuando era niña, y poco a poco se va evaporando. Parece mentira que tengan que ser mis amigas las que me hagan poner los pies en el suelo. Pero si tenerlos en el suelo supone rallada constante, que queréis que os diga, prefiero tenerlos en el cielo.